Legionella o Legionela, es una bacteria Gram negativa con forma de bacilo. Viven en aguas estancadas con un amplio rango de temperatura. Su crecimiento se ve favorecido por la presencia de materia orgánica. Requiere oxígeno para respirar y posee un flagelo para desplazarse.
Dentro de los diferentes tipos, la especie Legionella pneumophila produce la enfermedad del legionario o Legionelosis. La infección por Legionella puede presentarse como neumonía atípica o como una enfermedad febril sin focalización pulmonar denominada Fiebre de Pontiac.
La legionella puede llevar a complicaciones pulmonares, sus síntomas son fatiga, dificultad para respirar y en ocasiones diarrea o dolores musculares. Se puede detectar por medio de un simple examen de orina..
A pesar de que diferentes comunidades autónomas cuentan con legislación específica para ellas, la prevención y control de la enfermedad a nivel nacional está legislada principalmente mediante el R.D. 865/2003, de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis, teniendo en cuenta lo especificado en el Anexo 3 apartado B del R.D. 865/2003 nos indica que “las instalaciones de agua fría de consumo humano y de agua caliente sanitaria se limpiarán y desinfectarán como mínimo una vez al año, cuando se pongan en marcha la instalación por primera vez, tras una parada superior a un mes, tras una reparación o modificación estructural, cuando una revisión general así lo aconseje y cuando así lo determine la autoridad sanitaria”.
Las instalaciones de mayor riesgo de proliferación y deispersión tendrán una periodicidad mínima de limpieza y desinfección semestral (Torres de refrigeración y condensadores evaporativos, sistemas de agua caliente sanitaria con acumulador y circuito de retorno, centrales humidificadoras, sistemas de agua climatizada con agitación constante y recirculación…).
Guadalplaga, siempre siguiendo el protocolo de actuación, le ofrece un programa de control y prevención de Legionelosis mediante unas adecuadas medidas higiénico-sanitarias continuadas de instalaciones de agua de consumo humano, ( limpieza y desinfección de depósitos, acumuladores, puntos terminales, red, análisis microbiológico en laboratorio homologado y certificado oficial de tratamiento), así como en el asesoramiento en cambios estructurales para evitar estancamientos y proliferación de la bacteria.